viernes, 24 de julio de 2015

Mi nombre es Bach (2003)




Título original: Mein Name ist Bach
Directora: Dominique de Rivaz
Suiza/Alemania/Francia, 2003, 97 minutos

La ciclópea figura de Johann Sebastian Bach (1685-1750) ha sido en varias ocasiones objeto de interés para algunos cineastas. Así, por ejemplo, ya en 1932 el alemán Friedrich Zelnik dirigió La bailarina de Sans-Souci, sobre el encuentro del compositor con Federico II de Prusia. De ese mismo hecho histórico se ocupa la más reciente Mi nombre es Bach, dirigida en 2003 por Dominique de Rivaz.

A pesar de que el guion lo firman la propia directora, Jean-Luc Bourgeois y Leo Raat, a partir de episodios sobradamente conocidos a propósito de lo acontecido en Potsdam en mayo de 1747, lo cierto es que buena parte de los hechos que se relatan en el film aparecían ya recogidos en La pequeña (y probablemente apócrifa) crónica de Ana Magdalena Bach, segunda esposa del compositor. Es el caso de la anécdota de los pianos y de la melodía que el monarca le facilita a Bach para que la continúe:

"El rey era también músico y conocía la grandeza de Sebastián […] [Lo] condujo por todos los salones de palacio, le enseñó los siete pianos que le había construido Silbermann y le rogó que les proporcionase a él y a la corte el placer de oírle tocar uno de aquellos instrumentos. Sebastián se sentó, empezó a tocar, y más de uno debió de sentir en lo más íntimo de su ser que, en aquel momento, había dos reyes en palacio." (La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach, traducción de Carlos Guerendiain, Círculo de Lectores, Barcelona, 2000)

En los papeles principales encontramos a Jürgen Vogel como Federico II (lo veríamos después en La ola, 2008) y Vadim Glowna es Johann Sebastian Bach (intervendría más tarde en Cuatro minutos, 2006, antes de fallecer en 2012).

Más cerca del telefilme que del verdadero cine con mayúsculas, la propuesta de Dominique de Rivaz no logra igualar ni en intensidad ni en calidad a películas como El silencio antes de Bach (2007), en la que Pere Portabella, dejando el trasfondo histórico en segundo plano, supo captar a la perfección la esencia de la música del genio alemán.

Mi nombre es Bach (2003)
Federico II (Jürgen Vogel) y Johann Sebastian Bach (Vadim Glowna)
Friedemann 'Frieder' Bach (Anatole Taubman)
y la princesa Amalia (Karoline Herfurth)

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